domingo, 9 de agosto de 2015

¡Que mantequilla!
















Por: César Jacinto España Guillén 
http://ingenieriasocialista.blogspot.com
@cesarespana



En esto días atrás apareció una noticia donde algunos "empresarios" venezolanos, están en la tan codiciada lista Forbes , quizás para algunos, esto sea motivo de orgullo por verse reflejado en su sueño rosa con esta excelsa clase social aparecida en tan connotada revista, para otros, a lo cual me sumo, es propicio el momento para unas reflexiones sobre la manera de hacer empresa de estos "esforzados" empresarios.

Bien, inicio por lo elemental, aunque muchos no lo crean, el hacer una empresa (hablando de empresa defino cualquier iniciativa que usted desee emprender) hay muchos elementos que se deben considerar, bastante literatura hay al respecto, sin embargo, casi todas obvian lo elemental. En primer lugar recomiendan los expertos un análisis del entorno, un análisis de capacidades, detectar las necesidades del mercado, crear un mercado, un planteamiento estratégico adecuado, financiamiento y desarrollar la empresa. Sin embargo, no hablan de lo elemental, una empresa con todo lo anterior y más allá de eso requiere del ser humano y de él, la ACTITUD, no importa que tan favorable o no sea el entorno, lo importante es la ACTITUD, utilizar las herramientas gerenciales adecuadas, creatividad y decisión para avanzar. Así que aquí tienen un párrafo motivador para animarse a iniciar un emprendimiento con mucha creatividad e innovación.

Veamos entonces que tienen en común estos empresarios, primero no piensan en Venezuela como país, si no como parte de sus propiedades y los venezolanos como sus esclavos, segundo que están en la fulana lista Forbes, tercero una historia oscura de vínculos a la política adeco-copeyana, cuarto una forma fraudulenta de conseguir financiamiento del estado, quinto una extraordinaria plataforma mediática, sexto un esquema de explotación "legalizada" y séptimo una máscara de acción social que busca a vincular emocionalmente a la población.

Desde un principio de la revolución bolivariana, es recordada como insistentemente comenzaron a presionar al comandante Hugo Chávez desde sugerir y exigir el nombramiento de ministros hasta participar activamente en el golpe de Abril del 2002, sabotaje petrolero 2002-2003 y sin duda en la guerra económica que se libra en este momentos contra el gobierno legítimo de Nicolás Maduro y el pueblo venezolano.

Estos tres empresarios acumulan, según Forbes, 9.6 B US$, algo así como 9.600.000.000 $ en capital neto, para tener una idea, con este capital, pudiésemos construir a un precio de 600.000 Bolívares y a una tasa de 6,30 Bs. por $ unas 100.800 casas.

Lo interesante de todo esto, es que estos "empresarios" han amasado su fortuna, esencialmente de la premisa fundamental de todo parásito comerciante, convertir dinero en dinero sin la más mínima gota de sudor, del axioma: ¡Gobierno dame dólares! En la otrora cuarta república sus ganancias eran convertidas en divisas y activaban los mecanismos para que sus fieles peones aplicaran devaluaciones que les dieran ingentes ganancias, o como en la actualidad, que bajo amenazas presionan por dólares bajo pena de parar la producción porque no pueden adquirir insumos importados, pero son incapaces de poner un dólar de sus bolsillos en la producción de sus empresas. ¡Que mantequilla! es ser empresario de este modo.